La edad metabólica es un concepto que ha adquirido una gran popularidad en los últimos años debido a la irrupción en el mercado de las llamadas básculas inteligentes o de bioimpedancia.
Ello se debe a que estos aparatos incluyen el dato de la edad metabólica entre los muchos resultados que nos ofrecen.
Pero, ¿qué quiere decir la edad metabólica? ¿Qué diferencia hay con la edad cronológica o edad biológica?
¿Qué es la edad metabólica?
La edad metabólica es el dato resultante de la comparación de la tasa metabólica basal de una persona, con el promedio de tasas metabólicas basales de otras personas que tienen la misma edad cronológica.
Esto permite obtener información acerca del estado real de salud de una persona.
Si la edad metabólica es menor que la edad cronológica será una buena señal, mientras que una edad metabólica mayor que la edad cronológica indicará que algo no funciona bien en esa persona, y se deberán tomar medidas para revertir esta situación.
Se puede decir, entonces, que la edad metabólica va a ser la que nos indique la edad más real o aproximada a la real de una persona.
Dos personas nacidas el mismo día pueden, perfectamente, tener dos edades metabólicas muy diferentes, y en ello va a influir, en gran medida, su estilo de vida y la alimentación seguida.
Diferencia entre edad metabólica y edad cronológica
Cuando hablamos de la edad de una persona, inmediatamente pensamos en los años que han pasado desde su nacimiento hasta el momento actual y, de hecho, es el dato que empleamos para categorizar a las personas en función de la misma.
Esta es la que se conoce como edad cronológica.
Sin embargo, en muchas ocasiones habremos pensado, también, que el dato de la edad cronológica no refleja la realidad en algunas personas.
Por ejemplo, ¿cuántas veces habremos visto a una persona de 80 años que lleva el ritmo de vida y la apariencia física de alguien de 60?
¿O cuántas veces habremos visto a alguien con 25 años que parece que tenga 10 más? Esto es debido a que las edades metabólicas de estas personas van a estar por debajo o por encima, respectivamente, de sus edades cronológicas.
¿De qué depende la edad metabólica?
La edad metabólica depende, a diferencia de la edad cronológica, de diferentes factores ligados al estilo de vida de la persona, y también a las particularidades de su organismo.
Dentro de estos factores encontramos:
- La frecuencia con la cual se realizan actividades físicas.
- La alimentación seguida y el metabolismo.
- La genética o herencia familiar.
- La composición corporal.
- El estado de salud general de la persona.
- El hecho de si padece o no algún trastorno de tiroides.
- La producción de determinadas hormonas.
Algunos de estos factores que influyen en la edad metabólica van a ser muy fáciles de alterar o modificar, tanto para bien o para mal. Es el caso de:
Actividad física realizada: el ejercicio físico es uno de los mejores aliados para mejorar el estado de salud general de una persona.
En un estilo de vida saludable nunca debe faltar un determinado número de horas de ejercicio físico de carácter moderado a la semana.
Alimentación: la alimentación es un elemento que influye enormemente en el estado de salud. Una alimentación deficiente o inadecuada terminará derivando en problemas a nivel de salud, problemas físicos, problemas estéticos…
Composición corporal: va a ser el principal fruto de la unión de los factores de la alimentación y de la actividad física.
Dentro de la composición corporal se tendrá en cuenta el porcentaje de grasa, el peso total, o el índice de masa corporal.
En cambio, otros factores ligados a la edad metabólica son más difíciles o imposibles de controlar, por lo que su influencia sobre la misma va a ser de carácter fijo.
Genética: la genética puede influir en muchos aspectos, como por ejemplo en el aspecto físico, en la mayor o menor facilidad para acumular grasa, en el hecho de padecer algunas enfermedades…
Tiroides: los trastornos de tiroides afectan a la composición corporal haciendo que se engorde o adelgace con mayor facilidad aunque se siga una dieta adecuada y equilibrada.
¿Para qué sirve la edad metabólica?
Ya hemos visto que la edad metabólica está ligada a la tasa metabólica de una persona, y la tasa metabólica disminuye conforme la persona va envejeciendo. Esto se debe a que las personas, cuanto más envejecen:
- Menos calorías requieren debido a la disminución de la actividad física.
- Menos calorías requieren debido a la reducción de la masa muscular.
La edad metabólica puede ayudarnos a calcular el número de calorías que se requiere para poder cubrir las necesidades diarias.
Conforme mayor sea la tasa metabólica de una persona, menor será su edad metabólica.
¿Cómo reducir la edad metabólica?
Cuando hemos hablado acerca de los factores de los que depende la edad metabólica, hemos visto que podemos influir totalmente sobre algunos de ellos y, por lo tanto, serán la clave si lo que estamos buscando es reducirla.
Los tres puntos a atacar para reducir la edad metabólica van a ser la actividad física, el descanso y la nutrición, lo que se traduce en las siguientes acciones:
Aumentar la masa muscular
La masa muscular requiere energía para poder ser mantenida, lo que supone un aumento de la tasa metabólica basal.
Cuanta más masa muscular posea una persona, mayor será su metabolismo.
Entrenar para aumentar la masa muscular, siempre que sea posible, será una de las acciones a realizar si se desea disminuir la edad metabólica.
Se debe tener en cuenta que entrenar para muscular requiere de una serie de conocimientos los cuales es posible que no todo el mundo posea. ¿Qué hacer en estos casos? Recurrir a los servicios de un entrenador personal.
Estos profesionales se encargan de realizar entrenamientos personalizados a cada individuo, de manera que el trabajo realizado en cada sesión de entrenamiento está apuntando directamente a obtener el resultado esperado.
Dormir adecuadamente
El descanso es necesario para cualquier ser vivo. Durante el sueño se producen una serie de procesos hormonales que actúan en el organismo.
Entre estos procesos hormonales se encuentra, por ejemplo, el de generar la hormona del crecimiento, necesaria para el crecimiento y desarrollo muscular, del cual hemos hablado en el apartado anterior.
Dormir permite eliminar el estrés físico y mental que se acumula a lo largo de la jornada, factores que afectan negativamente a nuestra edad metabólica.
Cuando se producen cambios en el patrón del sueño, los ritmos circadianos se ven alterados. Estos cambios pueden deberse a, por ejemplo, una variación en los horarios de trabajo, al cuidado de un bebé, o a diferentes trastornos de salud.
Los ritmos circadianos van ligados al reloj biológico de nuestro organismo, el cual regula el metabolismo y, por lo tanto, va a influir sobre nuestra edad metabólica.
En el caso de que seamos de esas personas que duermen cada noche (o cada día) a una hora diferente, si queremos reducir la edad metabólica deberemos reconducir nuestro patrón de sueño y normalizarlo.
Mencionar también que el número de horas de sueño también tiene su importancia. No dormir lo suficiente generará estrés, el cuerpo se sentirá cansado, y no se desarrollarán de manera satisfactoria todos los procesos que tienen lugar durante el sueño.
Lo adecuado es dormir entre 7 y 8 horas diarias.
Realizar actividad física regularmente
Hemos hablado hace poco acerca de la conveniencia de aumentar la masa muscular mediante ejercicios específicos.
Los entrenamientos físicos también provocan que en nuestro organismo se desencadenen una serie de procesos hormonales, favoreciendo la generación de testosterona, adrenalina, noradrenalina… hormonas que hacen que el estado físico y deportivo de una persona se vea mejorado.
Conforme vamos avanzando en edad, la capacidad del organismo para generar este entorno hormonal va disminuyendo, a lo que se le suma la tendencia al sedentarismo (ausencia de estímulos físicos para generar este entorno).
Realizar deporte permitirá minimizar este hecho natural y, así, mejorar la edad metabólica.
Seguir una alimentación adecuada
El entrenamiento físico es importante, pero también lo es el hecho de seguir una alimentación adecuada que nos permita obtener el máximo beneficio de los estímulos generados en esos entrenamientos.
La nutrición orientada al deporte (y a un estilo de vida sana en general) requiere de un aporte exacto de macronutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono), de forma que cada uno de ellos pueda cumplir una función específica en el organismo.
Entre estas funciones se encuentra el aportar energía a los músculos y a los órganos en general, construir y reparar las fibras musculares, favorecer determinados procesos hormonales…
Por otro lado encontramos los micronutrientes (vitaminas y minerales), los cuales son absolutamente necesarios, para, por ejemplo, que se produzca de manera adecuada la transmisión de impulsos nerviosos, transportar oxígeno, o reforzar nuestros huesos.
Cualquier desequilibrio en este aporte de nutrientes terminará no solo derivando en un rendimiento deportivo pobre, sino que generará problemas de salud que afectará a nuestra edad metabólica.
Acumulación de grasa, colesterol, exceso de azúcar… son algunos problemas derivados de seguir una dieta pobre en calidad o inadecuada.
¿Cómo calcular la edad metabólica?
Hace años, conocer la edad metabólica era algo complicado. Sin embargo, en la actualidad y gracias a las básculas inteligentes o máquinas de impedancia bioeléctrica, conocer este dato es sumamente fácil.
Este tipo de básculas ofrece datos muy interesantes, como el porcentaje de grasa corporal, el porcentaje de grasa visceral, la cantidad de masa muscular, el peso de nuestros huesos, la cantidad de agua que tenemos en el cuerpo y, evidentemente, nuestra edad metabólica.
Adquirir una de estas básculas (y otro tipo de productos tecnológicos o wearables) resulta muy económico, pudiendo elegir entre una amplia cantidad de modelos distintos.
¿Se puede calcular la edad metabólica sin una báscula inteligente?
Si no se dispone de este tipo de básculas, lo único que podremos hacer es un cálculo aproximado de la tasa metabólica en reposo, dato que deberá ser comparado con la tasa metabólica en reposo de otras personas de diferentes (o la misma) edad cronológica para poder sacar conclusiones.
Para realizar este cálculo manual necesitaremos conocer los siguientes datos:
- Edad cronológica
- Sexo
- Altura
- Peso
Como se puede intuir, esta manera de calcular la tasa metabólica en reposo resulta poco precisa, ya que obvia valores como el porcentaje de grasa, la cantidad de masa muscular, o el índice de masa corporal.
Estos datos se deberán aplicar a la siguiente fórmula, teniendo en cuenta estos aspectos:
- Multiplicar el valor del peso por 2,2, ya que se requiere introducirlo en libras.
- Multiplicar el valor de la altura en centímetros por 0,39, ya que se requiere introducirlo en pulgadas.
La fórmula es la siguiente:
Hombres = 66 + (6,23 x Peso) + (12,7 x Altura) – (6,8 x Años)
Mujeres: 665 + (4,35 x Peso) + (4,7 x Altura) – (4,7 x años)
¿De qué nos puede servir este dato? Ya hemos mencionado anteriormente que un metabolismo basal elevado está asociado a una edad metabólica baja.
Si no disponemos de una báscula inteligente, podemos ir anotando con cierta frecuencia nuestro metabolismo basal y observar si aumenta o disminuye.
Conclusión
Ahora que ya conocemos que es la edad metabólica, y que sirve para hacernos una idea del estado de salud de nuestro organismo, es el momento de ir controlándola con mayor frecuencia y seguir las pautas recomendadas para mantenerla en el mínimo valor posible.